A medida que el agua fluyey con el viento

Molinos para visitar cerca de Figeac

Encaramados en las colinas o enclavados junto al agua, los molinos de viento y de agua del Quercy invitan a un viaje en el tiempo. Testigos de un saber hacer agrícola ancestral, transformaban las cosechas en productos cotidianos: moler cereales (trigo, maíz, centeno, trigo sarraceno) para producir harina, prensar nueces para aceite o manzanas para sidra. Algunos de ellos aún le abren sus puertas. Del molino de Seyrignac al de Vitrac, descubra estos lugares cargados de historia, donde los oficios y las tradiciones siguen transmitiéndose de generación en generación.

El molino de viento

de Seyrignac

Encaramado en lo alto de Figeac, con una magnífica vista de los Montes de Auvernia, el molino de Seyrignac es una estrella del paisaje local. Con sus majestuosas alas girando al viento, domina con orgullo el paisaje del Lot. Este molino del siglo XV, restaurado con esmero por su propietario, es uno de los pocos molinos de viento aún en funcionamiento en el Lot, donde podrá descubrir todas las etapas de la fabricación de la harina, desde la muela hasta el saco. Una visita didáctica y animada que le transportará a la vida cotidiana de los molineros de antaño.

Interior del molino Vitrac — ©Molino Vitrac|OTGF

El molino de agua

de Vitrac

Situado en el corazón del pintoresco valle de Cerles, en Aveyron, en el municipio de Capdenac-Gare, el molino de Vitrac es una joya del patrimonio molinero del Quercy. Este molino histórico del siglo XIV, que fue uno de los seis molinos hidráulicos activos del valle, posee dos piedras de molino octogonales raras y perfectamente conservadas. Durante las visitas guiadas, el Sr. Lambin, su apasionado propietario, comparte con entusiasmo la fascinante historia de este molino de agua tradicional y ofrece demostraciones de molienda, revelando los secretos del ancestral proceso de transformación del grano en harina.

¿Lo sabías?

Ingeniería medieval aún visible

Algunos molinos de la región de Figeac conservan elementos arquitectónicos del siglo XIII. Arcos rotos, piedra tallada y canales de abastecimiento de agua dan testimonio del ingenio de los constructores medievales. El molino de Surgié, en Figeac, es un ejemplo notable.

Un ingenioso sistema hidráulico

Los molinos tributarios utilizaban una rueda horizontal libre, sencilla, aérea y, sobre todo, económica con el agua. Una solución local inteligente para zonas con caudales bajos o irregulares.

No sólo harina

Lo primero que viene a la mente es la molienda de grano, pero los molinos también se utilizaban para prensar nueces para obtener aceite, serrar madera, batir telas y accionar fraguas. Una auténtica fábrica polivalente antes de su tiempo.