en Cardaillac
Hagamos un viaje al siglo XII, cuando esta encrucijada estratégica atrajo la atención de la poderosa familia Cardaillac. Fue aquí, en 1270, donde Géraud I de Cardaillac hizo construir su primer castillo, que se convirtió rápidamente en el vibrante corazón de una floreciente ciudad mercado. Esta fortaleza, garantía de seguridad y prosperidad, consolidó la posición crucial de la ciudad en las rutas comerciales de la época. Sin embargo, con el paso del tiempo y las tumultuosas pruebas de la Guerra de los Cien Años, el primer castillo desapareció. Sin embargo, con una tenacidad ejemplar, el pueblo volvió a levantarse, acogiendo a los recién llegados y adoptando nuevas industrias como la fabricación de vidrio y el tejido. No fue hasta finales del siglo XV y principios del XVI cuando Astorg de Cardaillac construyó un segundo e imponente castillo, el que hoy conocemos. Lacapelle-Marival conserva valiosos vestigios arquitectónicos de esta época gloriosa, heredados del importante señorío de Cardaillac. Entre ellos, el castillo se erige orgulloso como emblema de la rica y apasionante historia de la ciudad.