se convirtió en un castrum
Su situación geográfica en lo alto de un cingle del Lot explica su historia.
Desde la antigüedad, Capdenac fue un lugar fortificado. Una hipótesis llegó a considerar este oppidum galorromano, como Uxellodunum, ¡último lugar de resistencia gala contra las legiones de César!
Población mercantil floreciente en la Edad Media, el pueblo fortificado se convirtió en lugar de seguridad protestante tras el Edicto de Nantes, antes de vivir la Reforma católica.
En el siglo XIX, la ciudad experimentó un giro en su destino con la llegada del ferrocarril y la industrialización, favoreciendo económicamente a la nueva ciudad de Capdenac-Gare.
Hoy en día, Capdenac-le-Haut es un pequeño pueblo con un encanto delicioso, donde se mezclan la Galia antigua y la época medieval.
Capdenac-le-Haut es una ciudad con un encanto delicioso, donde se mezclan la Galia antigua y la época medieval.