Érase una vez un destino donde el tiempo avanza despacio, donde es posible pasar de frescos valles a áridas y crudas causas en pocos minutos. Un lugar apacible donde la gente sabe festejar, acoger y reír juntos, donde los niños redescubren el gusto por los valores sencillos, y sus padres el de estar juntos.
Esta tierra marcada por la historia, que se ha convertido en el teatro de una animada vida local, ¡existe! Déjate llevar y tómate el tiempo de descubrir: Grand-Figeac, Valles del Lot y Célé te embarca en una aventura inolvidable!